Creo... creo que me iba a dar algo al o*r el final, estuve a aproximadamente 3 segundos de llorar, pero me controlé, pero la cantidad de sensaciones, emociones, sentimientos, y puntos concretos que te da Again, es incre*ble, te bombardea sin cesar, pero no de una forma agresiva, más bien.. dulce, delicada, y sentimentalistamente preciosa.
¿Pensaban que OPN no lo har*a? ¡Claro que lo hizo! Lo hizo otra vez, y con una fuerza general impactante que casi me deja sin aliento en cada segundo de este supremo e incre*ble álbum.
Pienso en la tecnolog*a, en el humano, en la electrónica, en el futurismo pero también el arte de crear, pienso en todo, y en casi toda la carrera de OPN resumida en casi una hora de la forma más excéntrica y delicada posible. Esto no es algo raro por ser raro, esto es algo raro que busca su hermosura en su representación, en la representación del propio artista, y Daniel, en este álbum, busca representarse de forma melancólica, abrasiva, psicodélica, y hasta pasajera, como un corazón agresivo que solo sabe comunicarse con amor, ahora renovado.
Un artista debe basarse en lo que fue, debe repetirse para crear algo nuevo, porque es imposible ser autodidacta más allá de lo que ya creaste en tu propio estilo, as* que s* o s* debes basarte en ti mismo otra vez, ver tus propias referencias y ver qué hiciste, cómo lo puedes ampliar, y de ah*, componer. De ah* viene la magia de la composición, no en exactamente crear algo "totalmente nuevo", algo as* es imposible, sino de componer, rasgar, estructurar, y visionar distintos fragmentos e influencias ya compuestas y componerlas en una misma para crear una sensación en particular, y justamente es esto lo que OPN hace con su carrera dentro de Again, por eso, otra vez.
Ahora, me dirán, si esto es OPN "otra vez", ¿Qué de emocionante tiene? tiene, de que en este otra vez él mira hacia el futuro, sus composiciones se vuelven más delicadas, y va más hacia la música clásica, enorme, y sentimentalista, mezclando su poder de música extrañamente h*brida y única, creando un álbum que está en un punto casi inexplicable. En partes, puede ser brillante, y en otras simplemente caer en el desconocimiento, la inocencia, el no saber cómo ser, cómo respirar, y tratar de hacerlo, intentarlo, una, y otra, y otra vez, tal como un compositor. No es feliz, no es triste, no es estacionario, var*a de una forma en la que ni siquiera te das cuenta cuando lo hace.
As* se crea un álbum, y es justo este, el proceso de un músico.
Again es un álbum de glitch, electrónica progresiva, neo psicodelia y música orquestal, que se ve de una forma altamente abstracta, rasgada, extravagante, e impredecible. No sabes qué pasará, pero te dejas llevar por la marea electrónica que ahora ve hacia la música clásica, con composiciones claramente basadas en lo que podr*a ser R Plus Seven, pero no la parte taquicárdica, sino la corta, la abierta, la que parec*a hablarnos con sus extraños patrones, justo esa, se mezcla, ahora, con el nuevo estilo fashionista, futurista, y hasta clásico de Again.
La mayor personalidad de este álbum es el enorme sonido lejano, muy soñador, que parece distanciarse con el tiempo, pero aún está ah*, en conjunto con ese viol*n a veces tratando de hablar dentro de la electrónica, un poco de lenguaje que se mezcla con el estilo más abstracto, profundo, y también impactante de OPN.
Hay una cantidad excesiva de sampleos, ideas, y ejecuciones, son tantas que me recuerda a la sobreexplotación que fue R Plus Seven, pero esta vez, más romántica, más visionar*a hacia el apartado clásico. Elseware comienza demostrando eso.
Elseware es una corta y funcional pieza de orquesta, compuesta de una forma perfecta, bajos, altos, subidas, y una sensación de nostalgia.. de que esto lo hemos o*do antes, pero no sabemos de dónde viene, es como un desconocimiento ante el futuro, pero al mismo tiempo algo que ya viviste, un recuerdo perdido en la nada, que ahora vive en tu mente. Es una introducción muy emotiva, y siempre lo he dicho, no importa lo corta que sea la pieza, lo importante es que funciona, y Elseware me hizo reflexionar en solo 2 minutos.
Continua Again, la canción principal del álbum, sorpresivamente, como una de las más significativas y emotivas de todas.
Escuchamos voces, sonidos, ondas que van por ah* y parecen bailar entre s* sin ningún sentido aparente, solo son pitidos, siendo sonidos, actuando como ello, generando un ambiente psicodélicamente desconocido y nuevo, una electrónica progresiva que se mueve con una energ*a humana, y se mueve tan incre*blemente bien, que, luego de dos minutos, sufre una de las subidas más incre*bles que OPN nos ha dado, que me dejó con los pelos de punta en demasiado poco tiempo. Por alguna razón me recuerda al movimiento número 6 de Promises, y con eso ya digo todo, es mágico, y esa una de las mejores partes de todo el proyecto. Incre*ble.
Se desvanece de una forma que conocemos, claustrofóbica, voces humanas en un limbo, la extrañeza después de la hermosura, que agarra, construye, y reforma World Outside.
¿Recuerdan Inside World de R Plus Seven? Bueno, no es exactamente una secuela, sino, más bien una reestructuración, con el concepto que antes dije sobre la composición, podemos ver muchas partes de la canción original sampleadas, dadas vuelta, con mucho reverb, y ahora en reversa subiendo de pitch cada tanto. S*, con esto regresamos a la parte más abrasiva y enérgicamente saturada de Daniel, y se nota mucho con los cambios abrasivos, las incre*bles vocales que parecen sacadas del cielo, y la fusión interesante entre el corazón R Plus Seven y el corazón Magic OPN. Podr*a seguir hablando sobre esta canción, es magn*fica, pero si esta review, a este punto, en la tercera canción, es as* de larga, creo que es mejor ir resumiendo poco a poco la majestuosidad, ¿No?
Krumville es.. curiosamente dulce, mezcla muchas cosas, tantas que es dif*cil describirlas todas. Usa esta sutil guitarra sampleada una y otra vez, se repite, en conjunto con una pequeña voz a la izquierda que armoniza aún más a todo el ambiente de forma preciosamente extraña, para luego volverse un tipo de viento enorme de chirridos pequeños y sutiles, que vuelven a la melod*a principal. Es una danza inmensa que luego se adopta al incre*ble synthpop que impacta impresionantemente en la composición.
Golpes, cambios, sentidos contundentes, todo esto es Krumville, en unos 4 minutos y medio redondos que te harán volar en el sound collage y la magia incre*ble de la electrónica abstracta.
Locrian Midwest es una canción bastante centrada, te promete algo, y lo cumple, con sintetizadores pulsantes que viajan de un lado a otro y te hacen sentir en lo mismo, pero cambiante, es como estar parado en un mismo lugar, no avanzar, pero que al rededor la naturaleza cree un nuevo escudo que te proteja de todo, con este sonido bastante inocente pero sentimentalista de una electrónica un poco ácida si me lo preguntan, no tanto, pero tiene sus toques, y eso la hace incre*ble.
Más cuando escuchas de fondo a esa voz repitiendo "Again, again, again", te sientes en un lugar extraño, un jard*n conocido y familiar que ahora te está introduciendo su naturalidad, o tal vez, tú naturalidad, porque esto, tal como Daniel dijo, se escucha más como una autobiograf*a art*stica más que una historia lineal, y eso es más significativo para mi aún.
Plastic Antique utiliza un sample de R Plus Seven, y esto me dio un flashback del pasado, ya que, R Plus Seven me parece el mejor álbum de su género, y o*r algo tan familiar como aquél sintetizador de Problem Areas, es simplemente.. *ntimo, se siente delicado, y Daniel lo sabe manejar a la perfección aqu*.
Hay vientos tranquilos, vientos fuertes, y melod*as repetitivas que suben para que las escuches más claro, es un viaje incre*ble y capaz una de las más abstractas y nostálgicas de todas, por lo directa que es, lo abierta que se escucha, y lo mecanizada, plástica, pero moldeable que es, modifica tu cerebro una vez más, y parece.. no parar.
Gray Subviolet, por otra parte, te engaña, ya que, ves la duración, dónde está puesta, y puedes pensar que será un tipo de interludio, pero es en realidad una de las composiciones más hermosas, soñadoras, y significativas de todo este álbum, que me hizo volar un momento luego de tanta locura y viento directo en mis ojos, esto me hizo volar por tiempo limitado, su dirección orquestal es impresionante, y su composición tipo piano también lo es, es simplemente mi tipo de obra, y aqu*, a la mitad, nos recuerda la luz. Una que veremos después.
The Body Trail es incre*ble, composición lineal tipo drone armonizada con toques dulces electrónicos y grabaciones, voces entrecortadas que crean otra melod*a que se repite, crea una nueva, y se vuelve a repetir. Es otro instrumento, un viaje que te deja ver el rastro del cuerpo humano, los sonidos, nuestra voz, y cómo esta también puede formar texturas incre*bles, en este caso en forma de viaje psicodélico digno de una droga que te hipnotiza hasta dejarte medio ciego, y se siente... hermoso.
Nightmare Paint es un poco más.. oscura, y tiene sentido la verdad, es capaz de las más ambientales, terror*ficas, y extrañas de todas. Tienes drums profundos, extrañas voces, chirridos pequeños, y guitarras psicodélicas que ya hab*amos visto en trozos antes que actúan como respiraciones, parece un pequeño lamento visto en algo estacionario que ahora llega a nuestros o*dos, es incongruente, abstracta, y baila dentro de su abstracción, como un pintor en llamas pintando el lamento de su pérdida, con una electrónica y manipulación de producción incre*ble.
Memories of Music parece una cápsula de todo, es la más mágica de todas, y de hecho una de las más originales. Suena como una dulce fusión de todos los estilos h*bridos que Daniel quiso poner aqu*, de forma lenta, hipnótica, y altamente soñadora, te absorbe en un ambiente único que te transporta a algo.. personal, en unos 6 minutos psicodélicos, muy deliciosos, que se sumergen en tus o*dos hasta encontrar los puntos más débiles, un punto débil es un solo de guitarra psicodélica sucia, abierta, inmersiva, que parece limpiarte. Es una de las partes más sorprendentes de todo el álbum, y te golpea fuertemente de una de las formas más agradables, con esos drums magn*ficos y estructura incre*ble. Una de las mejores.
Memories of Music logra tener el balance perfecto entre composición psicodélica electrónica y composición locamente glitch de un tipo de rock psicodélico experimental, siendo una de las más ricas estructuralmente y una que aspira a más, sin parar, muy parecido a lo que fue Garden of Delete, pero MUCHÍSIMO mejor.
Estas 3 canciones finales son de hecho de alta importancia, y son las que le dan el último impulso sentimental al proyecto de una manera impactante, pero con distintas perspectivas, On an Axis de una forma constructora, Ubiquity de una forma calmada pero significativa, y A Barely Lith Path... bueno, otra historia.
On an Axis es incre*ble, comienza realmente ambiental, hasta un poco baja, del fondo, voces muy al fondo, te tranquiliza, para lentamente ir cambiando y dando su otro rostro: una canción similar al minimal techno que se construye ahora con electrónica progresiva hasta explotar el glitch saturado que disfruté como niño pequeño aunque solo durara unos 40 segundos. Es una esperanza curiosa, pero también una tensión, que da paso a la otra preparación para la reflexión final: Ubiquity Road.
Reflexiva, pensante, no sube, solo se queda donde está para crear nuevos universos mágicos de un compositor que ahora domina cada parte de su cerebro para crear un camino de omnipresencia que controla todo lo que ve, y lo demuestra instrumentalmente, técnicamente, y electrónicamente con una de las canciones más tranquilizadoras, hermosas, y realmente reflexivas, que te invita a sentarte, ver todo lo que ha sido este camino musical, esta magia y fantas*a, convertida en realidad, todo junto, en un mismo precioso universo que ve hacia el futuro. La musicalidad es incre*ble, los efectos más, todo, todo de esta canción es hermoso. ¿Y qué viene después? El final.
Aún mejor, A Barely Lit Path.
Ya hablé de esta canción, fue el primer y único single de todo esto. Y tiene sentido, muchas personas se quejaron de que nos presentaron primero el final, pero es este final el corazón del álbum, todo depende de esto, Elseware lo dijo, Gray Subviolet recortó, Memories of Music creó, la emoción de este final no era o*rlo sin saber como es, la emoción de A Barely Lit Path es conocerlo, saber como suena, sabiendo todo lo que viene detrás para convertirlo en una sola pieza, que concluye a este magn*fico álbum de una de las mejores maneras que he o*do en mi vida.
Casi me hace llorar aunque la haya o*do muchas veces como single, y ah*, ah* está la emoción.
No es un final, es más bien una liberación, romper con tus propias barreras para ver más alternativas como un compositor, no es una carta hacia el existencialismo, o hacia la depresión, o algo as*, es una carta hacia los músicos, hacia romper las barreras y buscar la creatividad dentro de la música clásica, lo que eres, tu personalidad como compositor, y tu habilidad de componer.
Again termina siendo un álbum espectacular, que posiblemente dentro de un tiempo sea un 100, pero por ahora lo dejaré as*. Una autobiograf*a hermosa que va de género a género, de estilo a estilo, basándose en el propio compositor.. y repitiéndose hermosamente.
eso es Again, verte otra vez, una y...
¿Otra vez?